La Ley de los Riders

La recientísima aprobación de la Ley de los Riders por los operadores sociales y el Gobierno pendiente de aprobación es noticia.

¿Es una buena noticia?

Sinceramente, desde un punto de vista técnico discrepo, se trata de prejuzgar situaciones y hacer imposible una colaboración de autónomos.

Necesariamente damos por hecho que no es posible la colaboración como autónomo y, sinceramente, discrepo.

Desde mi punto de vista es evidente que se podría establecer un sistema con libertad de pactos que supusiera que el rider se auto-organizara.

Ahora esta opción no parece posible.

¿Es razonable?.

Sinceramente, habrá que esperar a poder comprobar el texto concreto de la ley pero creo más conveniente dejar abierta esta opción.

No parece sensato “criminalizar” de antemano, aunque haya que dar protección a los “riders”.

Esperemos que la ley ampare excepciones reales sin dejar de proteger a estos trabajadores.

Pensemos en estudiantes o en pluriempleo, en complemento de ingresos para los fines de semana.

Mientras no concurran los requisitos que hagan de la relación trabajo dependiente tendremos que esperar y ver.

Parte de la doctrina tradicional de la «herramienta» de trabajo se ha visto superada por la realidad. Así ha sido recogido por las previas sentencias.

No obstante, la noticia de que se hayan puesto de acuerdo los operadores sociales ya de por si es una buena noticia.

El diálogo y el consenso son siempre buenas herramientas de trabajo. El pacto la muestra evidente.

Esperemos que la técnica legislativa que se emplee siga estas mismas pautas y proteja sin dejar fuera situaciones distintas.

Veremos, pero la Ley de los riders parece una buena oportunidad de éxito.